popstrap.com Los Viajes de Dylan: septiembre 2016

25/9/16

Barcelona con los sagrados amigos

Ya se ha acabado la temporada de verano y con que mejor broche, un viaje con tres amigos (Adriana, Alberto y Dany) a Barcelona, la ciudad más cosmopolita de España (opinión personal). Contamos con cinco días a los que le sacamos el máximo partido, poco o nada nos faltó por ver de los imprescindibles, pero claro Barcelona tiene tantas cosas que ver y hacer que siempre te quedará algo para la próxima visita.

Nos quedamos en un hostal, teníamos para nosotros una habitación y compartíamos baño, salón y cocina, lo que daba lugar a conocer gente e intercambiar experiencias, cosa que nosotros precisamente no hicimos, supongo que por la pereza de hablar en inglés y por que íbamos más bien a nuestro aire. Una de las ventajas del hostal en el que nos quedamos (Ona Paseo da Gracia) es que estaba a menos de un minuto de la casa Batlló, en pleno paseo da Gracia, lo que nos daba bastante facilidad para ir andando a todos lados y gastarnos más bien poco en el transporte, con excepción de dos contratiempos: el taxi que cogimos al llegar, el cual nos dijeron que no pasaría de 20€ y que mejor no digo precio para no asustar al personal. Y a la vuelta que compramos un billete de metro para el aeropuerto y  una señora de autobuses express al aeropuerto nos hizo el lío, nos salió algo más caro de lo normal por culpa de sus erróneas indicaciones. En general la gente es muy agradable, contestan tus dudas sin ni siquiera preguntarles a ellos directamente, son ciudadanos muy atentos. Como nos dijeron y pudimos comprobar, la mayoría de los que viven en Barcelona son de fuera, no catalanes. No tuvimos ningún problema con ningún catalán de estos que se empeñan en hablarte en catalán, y eso que es de las cosas que más te cuentan cuando dices que vas a la ciudad. 

Me quedé con ganas de probar la escalivada (un plato de verduras asadas), también es verdad que se me olvidó por completo y que a penas comíamos fuera, fuimos en plan low cost, cocinábamos casi siempre en el hostal o comíamos fuera pero baratillo, solo nos pegamos el festín el último día. Fuimos a cenar a una hamburguesería a la carta, podías elegir el tipo de hamburguesa (la había hasta vegetariana), ingredientes, acompañamiento... nos quedamos bastante llenos. Por el barrio de l'eixample hay bastantes bares, restaurantes y pubs, así como discotecas, en general, bastante bien de precio la entrada y las copas. El Nacional es un restaurante, un poco caro para el plan que nosotros llevábamos por lo que solo fuimos a tomarnos una cerveza, merece la pena pasarse por allí, su interior es precioso y está dividido en diferentes sectores de restauración: carne, pescado, copas, tapas...



Cualquiera piensa que cinco días son suficientes para conocer de cabo a rabo la ciudad, pero ni por asomo, nos faltaron un par de cosas, como el barrio de la barceloneta (yo ya lo había visitado y lo recomiendo) o los museos, la verdad es que no entramos en ninguno porque el día que eran gratis ya teníamos otros planes. 

Paseando y charlando llegamos a la conclusión de que Barcelona se lo debe todo a Antoní Gaudí, gracias a sus obras arquitectónicas la ciudad atrae a millones de turistas, lo que viene a ser riqueza para la ciudad. Esta ha sido la segunda vez que visito la sagrada familia y no deja de fascinarme, no me quiero imaginar la impresión que me causará cuando esté terminada. Recomiendo mucho visitar la Sagrada Familia al atardecer, sobre las 18 o 19h ya que la posición del sol hace que en su interior las vidrieras iluminen la estancia de una forma mágica. Otro de mis lugares favoritos es el parque Güell aunque entre mis amigos no despertó ningún tipo de interés, igual es un poco caro para lo que es. No puedo quedarme sin mencionar la casa Batlló ni la casa Milà, dos obras también muy impresionantes. Personalmente lo que más me sorprende es lo revolucionario que debió ser en su época de construcción. El modernismo ha marcado un antes y un después en la ciudad, no solo por parte de Antoní Gaudí, también por parte de Lluís Domènech i Montaner que es autor de el Palau de la Música Catalana o la Casa Lleó Morera, o el arquitecto Josep Puig i Cadafalch con la casa Amatller. 

Tanto si dispones de pocos días como si no, lo más recomendable es hacer dos de los free tours que mejor explican la historia de la ciudad, el free tour por el barrio gótico y el free tour del modernismo. Al final de la guía, que suele durar mas tiempo del que indican (dos horas y media), se le deja una propina, es de lo que viven. Nosotros hicimos los dos tours en el mismo día, ambos empiezan en las escaleras de la catedral , el tour del barrio gótico que es por la mañana termina en la plaza de la Mercé, pedimos unas pizzas y unas quiches para llevar en el bar Tiana (muy buen servicio) ya que disponíamos de una hora para comer y llegar al siguiente tour. Nosotros lo hicimos con http://www.nextbarcelonatours.com/es/ y los recomiendo 100%. 

Si te gusta la naturaleza, Barcelona es una de estas ciudades que dispone de grandes avenidas con árboles, parques en mitad de grandes edificios, además dispone de playa para realizar actividades acuáticas y una montaña que abraza a la ciudad entera. Es muy chula la panorámica desde los miradores del parque de Montjïuc (monte judío). También es casi imprescindible el acuario de Barcelona, muy interactivo y cuidado. Lo único que no me gustó fue el nicho de los pingüinos, estaban encerrados y parecía un espacio pequeño.

Echare de menos a la ciudad de las calles perfectas. Hasta día de hoy, Barcelona es la ciudad en la que no me importaría vivir una temporada, tiene playa, montaña y mucha cultura: exposiciones de arte, parques, librerías (como anécdota, visitamos la librería +Bernat de la cual es socia Mercedes Milá... ¡nos la encontramos allí!). En definitiva, es una ciudad para ser disfrutada de mil maneras, raro sería aburrirse en ella. 



Se que me dejo muchas cosas sin contar, muchos lugares sin mencionar y muchos consejos sin dar, pero lo mejor es ir y vivir la experiencia, descubrir o redescubrir la ciudad. Por mi parte, estoy segura de que volveré...

Pd: muchas gracias María por acompañarnos durante un día, un placer disfrutar con alguien de por allí.

14/9/16

Mi experiencia por Lisboa y sus alrededores





Como no, no podía faltar este verano un viajecito con la "mia mamma" ¿dónde? ni más ni menos que a Lisboa pasando también por Óbidos, Sintra y Cascais. ¿Qué decir de Lisboa? pues, es una ciudad que sufrió un terremoto en 1755, debastó toda la ciudad y se levantó de los escombros, también sufrió un grave incendio en 1988 el barrio romántico de Chiado. Es una ciudad que caracterizada por ese olor típico de Portugal (no se si os pasa pero hay lugares que huelen diferente, Portugal me huele a sardinas, mar y viejo, así de primeras puedes pensar en un mal olor, pero como me evoca buenos recuerdos de cuando era pequeña le tengo mucho cariño al olor portugues). La ciudad se caracteriza  también por una gran cantidad de palomas (si, una se me cagó encima), están por todos lados e incluso me atrevo a decir a que hay más que en Cádiz.

Este año hemos probado otro tipo de alojamiento, el de apartamento, con la suerte que ha resultado ser un aparthotel por lo que tiene todas las comodidades de un hotel (recepción 24h, champúes, limpieza...) y las de un apartamento (realmente la única diferencia que he notado es que había cocina por lo que hemos podido ahorrarnos algunas cenas y todos los desayunos). El apartamento estaba en una localización excelente, en Chiado, sin duda los recomiendo "Arty flats".

El primer día llegamos a medio día, hicieron falta cuatro o cinco vueltas a la rotonda donde se encuentra la estatua del Marqués de Pombal para conseguir llegar al Parking, ahí va el primer consejo: contratar servicio de parking antes de llegar ya que en el centro hay pocos parkings y los que hay son muy caros. 


En la primera vuelta de reconocimiento bajamos por la Rua da Misericordia donde hay unas tiendas de alto standing, con ropas, muebles y cuadros muy originales (y caros). Llegamos a la Plaça do Comércio donde se puede ver al Cristo Rei al otro lado del río Tajo. Una de las cosas que debes hacer si o si en Lisboa es callejear, cada calle y edificio es diferente, debido en parte a los azulejos en las fachadas, parece que ninguna se repite. La estación de trenes Rossio es de los edificios que más me han gustado, muy bien cuidada por fuera y muy moderna y nueva por dentro. Esta sigue el estilo Manuelino, que se caracteriza por la presencia de elementos de la naturaleza, de cartografía y de navegación en las fachadas. Puedes encontrar muchos edificios por Portugal que siguen esta corriente.


Como toda gran ciudad que se precie hoy día, tiene que tener un edificio más novedoso y moderno, en Lisboa es el Centro de artes y tecnologías que de momento se encuentra en construcción. Hay más edificios modernos pero están más en la periferia, este nuevo centro se encuentra justo a la ribera del río. 


En cuanto a gastronomía, Portugal tiene muchas semejanzas con España en cuestión de chacinas o platos de pescado pero también tiene muchos platos típicos que no te puede ir de allí sin probar, como el bacalao dorado, las sardinas asadas o el frango asado (pollo). Recomiendo visitar el mercado Ribeira, consta de dos zonas, el mercado tradicional donde puedes comprar alimentos por la mañana, y una zona de restauración "Time Out Market", hay muchísimos stands de diferentes comidas, lo bueno es que si vas en grupo, cada uno puede pedir donde quiera ya que las mesas son comunes a todos los stands.


Uno de los inconvenientes con los que nos hemos topado en Lisboa es con la cantidad de obras que hay. No solo obras en la vía y en viviendas, sino obras de restauración como por ejemplo en el monumento de los descubridores, una pena no haberlo visto sin los andamios porque hubiera sido impresionante, hasta diciembre de 2016 no acaban las obras (supuestamente). Otro contra que tienen las obras es el tema de los transportes, que en general están fatal, coges un tranvía y te dejan a mitad de la ruta sin decirte que no llega hasta el final o directamente nunca llegan los tranvías, yo lo achaco a que hay obras pero a saber si será por eso, no dan explicaciones ningunas. Hemos ido la mayoría del tiempo andando incluso con el calor que hacia (nos pilló una ola de calor). Se puede ir a la mayoría de los sitios andando sin problema, no se hace largo ni tedioso, si es verdad que a veces necesitas un autobús o un tranvía por lo que lo más económico es comprar la tarjeta Viagem (cuesta 50 céntimos) y puedes recargarla con el dinero que necesites.

Respecto a los portugueses, en general, son muy amables y muy muy muy tranquilos, sobre todo a la hora de atenderte en un bar, dos de cada tres camareros se lo toman con mucha calma. ¡Ojo querido consumidor! casi todos te traen sin tu pedirlo pan, aceitunas, queso, patés, mantequillas y empanadas de bacalao, ¡y te las cobran! puede llegar a subirte 7 euros la cuenta por lo que cuando os lo traigan debes decirles que se lo lleven de vuelta y luego revisar bien la cuenta. 

Si tenéis pensado hacer un día de ciencia es 100% recomendable el Oceanário, si es verdad que me daba un poco de pena ver tantos animales encerrados pero bueno, si me pongo a pensar, saco puntos positivos como que ahí están algo protegidos de nosotros los humanos, sirven para ser estudiados y saben como se encuentran en cada momento, además sirven para crear conciencia entre los mas peques, gracias a los paneles interactivos que hay. También es muy recomendable visitar la estufa fría, en el parque Eduardo VII, cerca de Marqués de Pombal, es el invernadero más bonito que he visto nunca, está muy bien cuidado y tienen especies de muchos lugares, sin embargo el jardín botánico no merece tanto la pena, le falta cuidado. 

Lisboa también se caracteriza por tener unas muy buenas vistas panorámicas, hay muchos miradores, los mas top para mí son las vistas desde el Santuario Nacional de Cristo Rei, quizás un poco caro subir ya que tienes que gastar dinero en un barco para cruzar el rio, un autobús que te suba al mirador y luego pagar para poder subir arriba del cristo. Otra buena vista es desde el Castelo de S.Jorge (la entrada incluye visita del castillo, las ruinas y el mirador) o desde el Miradouro da Graçia que es gratuito. También esta el famoso mirador elevador de Santa Clara al cual no subimos porque siempre había mucha gente en la cola y no creímos que mereciese la pena habiendo ido ya a otros miradores. 


Un imprescindible de Lisboa es la conocida Torre de Belém, nosotras llegamos a ella paseando por el paseo que hay junto al río Tajo, una alternativa al bus o el tranvía. Cuando llegamos tuvimos la mala suerte de que era lunes y estaba cerrado, por lo que no pudimos verla por dentro pero ya solo por fuera merece mucho la pena. Por allí se encuentra también el monasterio de los Jerónimos, que también estaba cerrado pero por fuera es enorme y bonito. En el barrio de Belém es donde se encuentra la pastelería tradicional donde se crearon los pastelitos de Belém, toda una obra maestra culinaria.

En general, me esperaba más de Lisboa, creo que es porque todo el mundo me ha hablado muy bien de ella, pero me ha parecido como cualquier otra capital europea, quizás me cansó un poco la gran cantidad de turistas que había, igual si hubiese ido en otra fecha me hubiese dado otra impresión. La ciudad la puedes ver en dos o tres días y como a nosotras nos sobraban dos, decidimos hacer dos excursiones las cuales recomiendo muchísimo, sobre todo a Óbidos, un pueblo medieval rodeado por una muralla muy bien conservada por la que puedes caminar, da un poco de vértigo, de hecho nosotras no la terminamos de recorrer. De ese pueblo es típico el licor de cereza, lo sirven en vasitos de chocolate, muy rico y bueno para después de un buen almuerzo. Hasta Óvidos puedes ir en bus que se coge Campo Grande, no hace falta contratar una excursión.

La otra excursión que recomiendo es Sintra, para ver la Quinta da Regaleira y el Palacio da Pena, son preciosos. Personalmente recomiendo echar la mañana en uno y la tarde en otro, ambos cuentan con unos jardines enormes y preciosos en los que perderte. Nosotras contratamos una excursión con guía que nos llevo a más sitio como Estoril, Cascais y el Cabo da Roca (quizás no merezcan tanto la pena con respecto a los lugares mencionados), por ver esos sitios perdimos algo de tiempo que me hubiese gustado invertirlos en los jardines.

En este viaje a Portugal me he enterado de que los bomberos en Portugal son voluntarios (a parte de profesionales), trabajan por y para los ciudadanos de forma gratuita, cuentan pocos recursos pero dan lo que pueden de ellos mismos. Me parece una idea muy bonita, para los portugueses, ellos son verdaderos héroes.

¿Volveré? En un corto plazo no creo, pero a largo plazo igual sea un punto de paso, ahora mismo de Portugal me interesa más la zona del norte que nunca he visto. Oporto quizás nos espere.




1/9/16

Pontevedra la ciudad medieval

Tras pasar una semana con la rutina del camino de Santiago nos tocó descansar, pero no en casa como haría cualquiera, en tu camita, con tu baño, tu gato y tu familia. No no, nos fuimos a Pontevedra donde la madre de Dany nos acogió con los brazos bien abiertos.

Esta ciudad me sorprendió gratamente en su conjunto, el centro me enamoró hasta tal punto que este lugar ha pasado a mi lista de "lugares donde viviré una temporada". 
¿Por qué? pues muy sencillo, es una ciudad grande donde hay de todo, pero el centro tiene un encanto y un ambiente muy hogareño, me explico, me recordó a Sevilla en el sentido de que el centro es muy bonito, tiene muchas calles y monumentos (en el caso de Pontevedra, muchas estatuas) puedes tirarte horas paseando por sus calles, pero la diferencia reside en que en Sevilla estos paseos pueden hacerse tediosos debido a la cantidad de gente. No es que en Pontevedra no haya gente, que la hay, pero la justa y necesaria para que se forme un perfecto ambiente en las terrazas y puedas ir paseando tranquilamente.


En cuanto a cosas que visitar, me sorprendió la Peregrina, es una iglesia muy chiquitita por dentro, pero muy alta, si la ves desde arriba (por google maps) tiene forma de concha, además puedes subir a la cúpula y disfrutar de las vistas. Hay más iglesias por todo el centro histórico. Pero si por algo se caracteriza esta ciudad es por la cantidad de esculturas y bustos que hay por toda la ciudad, desde niños en una fuente, a un loro, a un violinista, o al mismo Valle-Inclán.

Debido al presupuesto low cost que nos marcamos en el camino de Santiago, no pude disfrutar del pulpo gallego que tanto me encanta, además de que a ninguno de los amigos con los que iba le gusta, menos mal que la madre de Dany tiene un buen gusto culinario y pude probar el pulpo de la tierra donde mejor lo ponen. 



Un hábito que me encanta de toda Galicia, o por lo menos de los sitios que he visitado, es que, como en Granada, con la cerveza o el refresco te ponen una tapa, en algunos bares incluso llegas a cenar por lo que es un buen plan ir de bar en bar, de cerveza en cerveza y de tapa en tapa.


Me han recomendado muchísimo y además ya había escuchado de antes la famosa Feria Franca de Pontevedra, esta se celebra a principios de septiembre y la ciudad entera se vuelve medieval, el centro lo transforman por completo y la gente va toda vestida con trajes de época. Para la próxima visita intentaré cuadrarla con esta festividad inigualable, o eso dicen.